viernes, 7 de febrero de 2014

Saga Los inmortales (III) Tinieblas

Ever y Damen saben que su destino es estar juntos por toda la eternidad. Y ahora, tras haber luchado contra sus propios fantasmas y haber dejado atrás el pasado, por fin lo están logrando.
Sin embargo, el amor eterno tiene un ato precio: Roman les ha lanzado una poderosa maldición para que no puedan tocarse. Y con una simple caricia o un suave roce de labios Damen podría hundirse en el inhóspito abismo de las almas perdidas...
Pero Ever no está dispuesta a rendirse.

*Puede contener Spoilers*
-No pienso dejarte -dice con unos ojos llenos del anhelo acumulado durante cuatrocientos años-. No puedo dejarte, Ever. Créeme, lo he intentado. Pero al final siempre encuentro una forma de regresar a tu lado. Tu éres lo único que he querido siempre... la única a la que he querido... Pero, Ever...
-Nada de peros -rechazo con un gesto. Desearía poder abrazarlo, tocarlo, apretar mi cuerpo contra el suyo-. Tiene que haber una solución, algún tipo de cura. Y juntos la encontraremos. Sé que lo haremos. Hemos llegado demasiado lejos para permitir que Roman nos separe.
 

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